Y volví a decirle Si al Señor...
Soy la Hna, María Elena de la Divina Misericordia del Monasterio de la Natividad del Señor, nueva fundación del Carmelo Descalzo Teresiano de la ciudad de Maracaibo Edo. Zulia.
El pasado 19 de abril de este 2010, hice por la gracia de Dios, mi primera renovación como Profesa Simple, y me llena de mucho gozo el poder compartirles esta hermosa experiencia.
La voluntad de Dios se manifestó a través de mi comunidad al aceptar mi deseo de querer continuar en el Carmelo Descalzo, el cual en este primer año como Juniora me ha hecho crecer y experimentar con más fuerza de mente y de corazón los Consejos Evangélicos. La Pobreza, la Castidad y la Obediencia que encierran el caudal de virtudes necesarias para consagrar nuestras vidas al Señor, son soporte práctico de mi compromiso. Cada día que me ha regalado el Señor como Profesa Simple me ha hecho hacer más conciencia de mi consagración: en la Obediencia atendiendo la voz del Señor a través de mis Superiores y de mi Comunidad, no a mi propia voz; en la Pobreza, desasiéndome de mi misma, sin dejar de ser yo misma, y en la Castidad aprendiendo poco a poco que el amor divino sobrepasa el amor humano, al mismo tiempo que lo fecunda. Esto ha marcado la senda de este caminar carmelita en el monte de la Perfección, camino y subida que aún no terminan y el tiempo de seguir creciendo no se ha agotado. Estoy consciente y segura de que el Señor quiere mi vida para Él regalarme la suya.
Sólo pido a la Santísima Trinidad y a nuestra madre María Santísima que sigan llenando mi alma de fortaleza para perseverar y servirle al Señor con fidelidad en el Carmelo Descalzo Teresiano.
Soy la Hna, María Elena de la Divina Misericordia del Monasterio de la Natividad del Señor, nueva fundación del Carmelo Descalzo Teresiano de la ciudad de Maracaibo Edo. Zulia.
El pasado 19 de abril de este 2010, hice por la gracia de Dios, mi primera renovación como Profesa Simple, y me llena de mucho gozo el poder compartirles esta hermosa experiencia.
La voluntad de Dios se manifestó a través de mi comunidad al aceptar mi deseo de querer continuar en el Carmelo Descalzo, el cual en este primer año como Juniora me ha hecho crecer y experimentar con más fuerza de mente y de corazón los Consejos Evangélicos. La Pobreza, la Castidad y la Obediencia que encierran el caudal de virtudes necesarias para consagrar nuestras vidas al Señor, son soporte práctico de mi compromiso. Cada día que me ha regalado el Señor como Profesa Simple me ha hecho hacer más conciencia de mi consagración: en la Obediencia atendiendo la voz del Señor a través de mis Superiores y de mi Comunidad, no a mi propia voz; en la Pobreza, desasiéndome de mi misma, sin dejar de ser yo misma, y en la Castidad aprendiendo poco a poco que el amor divino sobrepasa el amor humano, al mismo tiempo que lo fecunda. Esto ha marcado la senda de este caminar carmelita en el monte de la Perfección, camino y subida que aún no terminan y el tiempo de seguir creciendo no se ha agotado. Estoy consciente y segura de que el Señor quiere mi vida para Él regalarme la suya.
Sólo pido a la Santísima Trinidad y a nuestra madre María Santísima que sigan llenando mi alma de fortaleza para perseverar y servirle al Señor con fidelidad en el Carmelo Descalzo Teresiano.
