de corazón abrazado por Cristo,
sensible a la voz de Dios,
atenta a todos sus pedidos.
2. Tratar de amistad con Cristo
fue tu sublime ideal,
forjando tu vida entera,
en un carisma especial.
3. Aunque fueron tiempos recios
no te detuvo la contradicción,
quisiste propiciar un clima
de profunda e íntima relación.
4. Los trabajos no te acobardaron
ni las dificultades del camino,
enfrentaste los inconvenientes
para llegar fime a tu destino.
5. Convencida preparaste las monjas,
para entregar sus vidas a Dios,
orando y amando a la Iglesia
para que venza en la tentación.
6. Estáse ardiendo el mundo
te conmovió con gran pasión,
quisiste luchar por Cristo,
para que triunfe y reine su amor.
7. Presentaste un camino evangélico
a través de la oración,
con la transformación de la vida
revestidos de Cristo, en sublime unión.
8. Te empeñaste en que las virtudes
fueran nuestro hábito cotidiano,
para que viviéramos gozosos
con el divino huésped a nuestro lado.
9. Vivir y sentir con la Iglesia
entregarnos de alma y corazón,
orar por todos sus miembros
haciendo fecunda su acción.
Carmelo de Baní.
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